Orgullosas mujeres y autistas invisibles
Comenzamos el
blog de la asociación en el día de la mujer 8 de marzo, y tres testimonios de
orgullosas madres y autistas invisibles. Gracias a sus hijos han llegado a su
diagnóstico que, aunque tardío, ha servido a la comprensión de sus
comportamientos pasados, presentes y futuros.
Laura Cubas es
una bellísima persona, por fuera y más aún por dentro, que aceptó sin duda mi
proposición de entrevista. Gracias a mujeres como ella, que son ejemplo y
referentes, la visibilidad del autismo en todos sus aspectos se multiplica.
Gracias a sus dibujos entendemos un poquito más el espectro y aprendemos a
convivir con las limitaciones, con las fortalezas y con su punto de vista con
respeto y dulzura.
Te recomiendo
no perderte sus redes sociales donde la puedes encontrar como:
@palabradeautista_ (mujerasperger) y su
asociación: @asociacion.artea
Sin más preludios
te dejo con las entrevistas:
Me llamo Laura Cubas soy pintora y
viñetista en @palabradeautista, presidenta de la asociación Artea y miembro de
la asociación de humoristas gráficos de Canarias soy madre de dos niñas de
siete y quince años ambas en el espectro también.
Primeros
pasos en el espectro (cuándo entra la palabra autismo en tu vida:
Mi hija mayor (una miniyo total) resultó
tener una lista de rarezas y desafíos que al investigar mucho me hicieron
pensar en autismo, pero no fue lo que leía lo que le ayudó antes de tener
diagnóstico si no lo que yo recordaba que había hecho durante mi niñez para
lidiar con el mundo, cuando no tuve respuestas a sus preguntas volví a hablarle
a su pediatra de la larga lista de obstáculos que encontrábamos en su vida
diaria y nos derivó a salud mental.
Allí fue donde le pusieron nombre a
su manera de ver el mundo, asperger nos dijeron, ambas salimos de allí con respuestas
a un mundo de preguntas pero yo tardé mucho en asimilar que su diagnostico y el
mío era el mismo, porque necesitaba pruebas empíricas y yo en ese momento
trabajaba cara al público y no me convenía enfrentarme a toda esa información, con
la de mi hija tenía suficiente, y ella gracias a escuchar las palabras del
psiquiatra como por arte de magia empezó a ser una niña mucho más feliz, a una
persona normal puede que los porqués sean prescindibles, para nosotros no.
Años después, cuando me quedé sin
trabajo y me quedé sin mi rutina de más de diez años tuve un retroceso enorme y
quedó más claro el diagnóstico y que necesitaba ayuda.
Busqué la asociación de asperger de
mi comunidad y allí después de varias sesiones y muchas pruebas me dieron mi
diagnóstico
Duelo-Asimilación:
Fue un alivio total y absoluto, y a
partir de ahí una montaña rusa de autoconocimiento y conciencia del dolor y la
lucha, tocó releer mi vida entera encontrando motivos y quitándome culpa a
veces otras viendo lo mucho que me cuesta simplemente vivir sin las gafas de
autoengaño que me daba mi máscara.
Fortalezas
y debilidades con las que te encuentras:
Le debo a mi diagnóstico la alegría
de ayudar a muchas personas simplemente haciendo un dibujo, he encontrado en el
activismo una forma de sentirme útil y en la batalla de ser madre de niñas
autistas la necesidad de decirle a todo aquel que quiera escucharme que el
autismo no es una enfermedad, es el medio el que discapacita, el mundo que no
está hecho para todos; en charlas, entrevistas o en medio de la calle en una
conversación. Se ha convertido la verdad que quiero que todo el mundo sepa y a
la vez esto me da fuerza para seguir luchando con mis propios desafíos ya que
mi diagnóstico tardío ha supuesto que tenga comorbilidades como el trastorno de
ansiedad generalizado, fibromialgia…por no vivir en un entorno adaptado y ser
yo siempre la que lleva forzando la máquina toda y aparentando que puedo.
¿Qué nos
depara el futuro? Lo que hacemos para dar visibilidad y concienciar al mundo de
nuestra condición para crear una realidad mejor para nuestros hijos:
Y el ser consciente ahora de cada
piedra del camino me hace querer con firmeza que no sean el obstáculo de un
autista más, que la desinformación total que hay sobre autismo tanto en la
sociedad como en la comunidad médica cambie, las mujeres autistas existimos y
nuestra forma de percibir el mundo es igual de válida que cualquiera.
MMT. Ama
de casa. Madre de tres hijas Asperger.
Primeros pasos en el espectro (cuándo entra la palabra autismo
en tu vida: La primera vez que oí hablar del Asperger fue en un documental y
después por el hijo de unos amigos.
Cuando
tuve a mi hija mayor, yo notaba cosas diferentes en ella, pero las tenía
normalizadas, yo no sabía qud llevaba toda la vida conviviendo con Asperger. En
mi familia hay varios sin diagnóstico” y sin saberlo. Por lo que sus cosas
especiales, yo las achacaba a “se parece a tal o cual familiar.
Llegamos
al diagnóstico, porque mi hija sufría bulling, como la mayoría de familias, en
mi casa no había ningún problema con mi hija, los problemas surgían en el
colegio y fuera de casa con sus iguales. Yo sufría mucho de ver cómo no tenía
amigos y como la trataban sus compañeros. Al final otro padre de niño Asperger
nos dijo que él veía a nuestra hija muy parecida al suyo. Así fue como buscamos
ayuda profesional.
Duelo-Asimilación: Fue muy duro, porque cuando empiezas a leer
e informarte no paras de pensar… Que va a ser de mi hija y es un martilleo
constante en la cabeza.
Después
empecé a ver los mismos rasgos en mi otra hija y comenzamos el proceso otra
vez, y el duelo. Conforme yo me voy formando y empezamos unas terapias
familiares empiezo a darme cuenta de que probablemente yo también sea Asperger
(otro duelo por mí misma y por las veces que abre metido la pata por no
saber). Después mi otra hija entra en la
adolescencia y me doy cuenta de que también es Asperger, otro duelo. La parte
buena es que ahora se q las tres van a salir adelante igual que lo hice yo.
El duelo
se supera con el tiempo, aunque siempre está ahí la preocupación.
Yo no
tengo diagnóstico oficial, no lo necesito porque lo sé.
Fortalezas y debilidades con las que te encuentras: Lo bueno
es que en casa todos somos Asperger. Nos entendemos y respetamos las
necesidades de unos y otros.
Estrategias “femeninas” de invisibilidad autista que
has empleado: Yo siempre me he ocultado, he aprendido a no hablar de mis intereses
para no desentonar, a escuchar más que hablar, y me he pasado la niñez
ocultando que no me gustan las muñecas, sintiéndome tonta, porque en el colegio
no me enteraba de nada, disimulando en las situaciones que no entendía.
¿Qué nos depara el futuro? Lo que hacemos para dar
visibilidad y concienciar al mundo de nuestra condición para crear una realidad
mejor para nuestros hijos: La
visibilidad es fundamental porque creo que evita el rechazo y favorece la
integración las personas que conocen el autismo lo aceptan, lo comprenden.
MOR. Trabajo en atención al público, madre de dos
hijos.
Primeros pasos en el espectro
(cuándo entra la palabra autismo en tu vida): Las
comparaciones son odiosas, pero cuando tú hijo menor no hace ni por asomo lo
que hacía su hermana con la mitad de su edad, empiezas a notar que algo no va
bien. Justificar lo injustificable es la mejor venda que encuentro, las niñas
hablan antes, su madurez es mayor, los niños son más brutos y torpes de
pequeños… excusas sin fundamento para evitar el dolor. Llega la etapa
preescolar y la cosa se va complicando… Las dificultades del lenguaje, la
rigidez en comportamientos y rutinas, la incomprensión del pensamiento
abstracto y dificultades en el aprendizaje suman pistas que seguimos esquivando
ya sin tanta suerte, acaban siendo dagas que hieren y sangran.
Duelo-Asimilación: Se que mi
hijo es distinto, que tiene sus pequeñas manías, rabietas o formas distintas de
expresarse, algo hay, pero… ¿AUTISMO? Que palabra tan grande, que losa tan
pesada. Y encima; ¡No se cura!, ¡¿Toda la vida igual?!, no voy a ser capaz, no
sé cómo actuar, que hacer, no puede ser, es un error y mi hijo se pondrá
bien en unos años. (Pensamiento recurrente).
Después asumes el diagnóstico,
coges el toro por los cuernos y comenzamos con las formaciones. Todos los
cursos que se ofrecen en la provincia, libros recomendados, películas, … te
conviertes en una esponja de conocimiento y contra más aprendes te das cuenta
de que más necesitas. Esto no es una operación matemática con resultado exacto,
sino que cada persona es un mundo y necesita unas normas, terapias,
recompensas,… distintas. Lo que sí, y eso es genial, es que contamos con una
serie de herramientas de uso común que sirven en mayor o menor grado, nuestros
niños no tienen manual de instrucciones, pero sí disponemos de una guía orientativa.
Conforme avanzo en la formación y aprendizaje sobre el Asperger
más me doy cuenta de que comparto pensamientos, comportamientos, rutinas,
sensibilidades y percepciones. Lo que eran “rarezas” de mi personalidad, de lo
más profundo, comienza a tener sentido dentro del cuadro clínico del autismo.
No soy rara porque sí, no me comporto o me siento fuera de lugar porque sí,
tengo una forma diferente de percibir, discernir y actuar en consecuencia
distinta de la norma mayoritaria. Creo que soy asperger y quiero confirmarlo,
tener mi tarjeta del club, no soy una loca excéntrica y solitaria, somos un
montón, y eso es un alivio.
Vicisitudes/trabas para
alcanzar el diagnóstico: Hablo con el médico de familia, le expongo mi
creencia y me deriva a salud mental. Después de varios meses, llega la cita, me
presento ante la psiquiatra con más miedo y ansiedad que vergüenza y le comento
los hechos. Y ¿qué me encuentro? “Tienes una familia, trabajo y eres una adulta
totalmente funcional, ¿para qué quieres el diagnóstico?” Eso es empatía, sí
señor. También llegan los: “el Asperger es solo en la etapa infantil”, “para un
diagnóstico acertado tienes que acudir a un profesional privado”, “no entiendo
¿qué pretendes sacar con esto?” y otro largo listado de contestaciones que
evaporan mi, ya de por sí, baja autoestima y merman mis ganas de luchar por
nada. Vuelvo a enmascarar mis dificultades y diferencias, mis rarezas, salgo
por la puerta destrozada, con la frustración a mil, con la ansiedad al máximo y
con el ánimo aniquilado.
Fortalezas y debilidades con
las que te encuentras: Lo bueno soy muy obstinada, constante, creativa, leal, comprometida y
sincera.
Soy muy sociable y extrovertida,
confiada e inocente, eso es bueno y malo al par, ya que ser transparente en los
tiempos del ensalzamiento de la maldad es un riesgo que sale caro.
También soy un desastre
organizando y planificando cualquier cosa, soy una procastinadora experta.
Estrategias “femeninas” de
invisibilidad autista que has empleado: Observar el entorno y comportarte
tal cuál (todos los refranes trabajan: Allá donde fueras, haz lo que vieras).
Ser una niña, adolescente, mujer invisible/discreta. Eso siempre ayuda, pasar
desapercibida es no tener que dar más explicaciones de la cuenta con respecto a
todo tú (pensamientos, emociones, comportamientos). Esconderme en un lugar
oscuro y apartado para regularme después de no entender una broma o pensar que
he hecho el ridículo con alguna salida de tono.
Ser una niña solitaria, no
comprender ni estar en sinfonía con las niñas de mi edad, me permitió leer
mucho y eso es aprender del comportamiento y de los sentimientos de muchas
situaciones que te pueden ayudar en un momento dado.
¿Qué nos depara el futuro? Lo
que hacemos para dar visibilidad y concienciar al mundo de nuestra condición para
crear una realidad mejor para nuestros hijos:
Seguir el ejemplo de
mujeres fuertes y valientes que han marcado mi vida me ha servido para no flaquear
por ningún intento fallido. Una valiosa lección que pretendo legar a mis hijos
(ambos), es que luchen por alcanzar su mejor versión y que cuando llegue el
momento de independizarse, de emparejarse, de vivir sin mi amparo sean capaces
de volar alto y lejos.
Espero que el futuro traiga de
vuelta valores como la tolerancia y el respeto hacia todos en todos los
aspectos posibles. Lucho, defiendo y comparto cada día cosas sobre el autismo
con el afán de hacerlo visible, con la esperanza de que la gente se conciencie
y entienda que la neurodiversidad es una realidad aplastante con la que hay que
vivir y convivir en armonía, sin guetizar ni ofender. George Orwell en su libro
Rebelión de la granja resumía la política en una frase “Todos somos iguales,
pero unos más iguales que otros”, esa es nuestra realidad actual, para un
futuro no muy lejano espero alcanzar la primera parte de esa gran frase: Todos
somos iguales.
Desde la
asociación HorizonTEAsperger queremos dar visibilidad al Síndrome de Asperger,
creemos que la comprensión de la sociedad comienza sabiendo que existe y que el
paso siguiente es la acogida y dejar la marginación en un tiempo pasado, romper
la cadena en el presente para que no se repita en el futuro. Eso incluye el
desconocido sesgo femenino. El Asperger afecta igual a ambos sexos, no es justo
que las niñas/mujeres tengan que enmascarar y multiplicar sus esfuerzos para
pasar desapercibidas, dejar de lado sus maravillosas diferencias para
asemejarse a la multitud.
Si tienes
dudas sobre tus rarezas, no lo dudes, pregunta, infórmate, nuestra psicóloga
Aurora Cobo te puede ayudar.
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